Procrastinar: Un hábito que afecta el rendimiento
Procrastinar, hábito de aplazar las tareas y deberes, causa efectos negativos en estudiantes. También puede comprometer tu futuro laboral.
Procrastinar se define como el hábito de retrasar o aplazar la realización de actividades o tareas, sustituyéndolas por acciones irrelevantes o agradables.
¿Te parece una situación familiar? Etimológicamente la palabra procrastinar proviene del latín “procastinare” y “cras”, que significan “al día siguiente o mañana”.
Por ende, procrastinar, es sinónimo de posponer y hace referencia al hábito de dejar tareas realizables en el momento, para otro día.
Procrastinar desde la psicología
Si bien durante mucho tiempo, este hábito se relacionó con abulia, flojera o con alguien que rehuía de sus obligaciones, la psicología finalmente situó la procrastinación en un marco de acción que puede darse de manera frecuente en todo ser humano, sin importar su edad.
De hecho, hoy existe la llamada procrastinación activa, la acción consciente que tomamos al aplazar una actividad a propósito, ya que puede resultar más beneficioso y/o productivo.
En el bando contrario se encuentra la procrastinación pasiva, la cual es motivo de preocupación para los estudiantes.
Este hábito, según los expertos, podría mermar el bienestar y calidad de vida en el largo plazo. Incluso, podría incidir en perder oportunidades y poner en jaque ámbitos de desarrollo personal importantes, como el académico.
Cómo mejorar la concentración: Estos son 9 consejos efectivos
Mirada experta
Macarena Vásquez, responsable del área de orientación vocacional de PreUCV explica que “la procrastinación en un estudiante se puede pesquisar de distintas maneras, como, por ejemplo, cuando ves que el o la joven pospone hasta el último minuto sus deberes académicos, como estudiar, hacer tareas o incluso para prepararse para PAES, admisión 2024”.
Entre las causas de la procrastinación pasiva, existen múltiples factores: miedo al fracaso, baja autoestima, necesidad de un refuerzo positivo inmediato, inseguridad, entre otras.
Entendiendo esto último como cuando una persona es tan preocupada de los detalles que esto no le permite avanzar, ya que prefiere dejar la actividad a medias, antes que salga con errores.
Pero, otra razón por las que se puede originar la procrastinación, es por el desgano o el poco entusiasmo que nos genera la acción o tarea pendiente.
“En el caso de los estudiantes de hoy, pasa mucho esto porque no están conscientes de por qué es importante seguir estudiando, no logran ver lo beneficioso que es, y bajo esa mirada, estudiar no tiene sentido”, agrega la experta de PreUCV.
Postergación de decisiones
Bajo este contexto, es muy posible que esta procrastinación esté afectando en este momento a muchos jóvenes que hasta ese momento han postergado decisiones importantes en torno a su preparación para iniciar o retomar sus estudios en 2024.
“Marzo es un mes clave para poder comenzar a prepararse para las pruebas PAES. Y nosotros, en PreUCV, actualmente ofrecemos una gran diversidad de programas académicos enfocados en el estudiante de hoy y que están alineados a PAES”.
“Es importante que los padres, madres y/o cuidadores estén también apoyando, desde un lugar positivo, la toma de decisión del estudiante, ayudándolo a enfrentar sus miedos, a conversar sobre ellos y sus expectativas», detalla Macarena Vásquez.
Por otro lado, agrega, es importante enfatizar que, una forma de bajar el nivel de ansiedad, es comenzar a prepararse desde ahora para PAES, y no entrar cuando ya las clases hayan comenzado.
Esto, dice, «ya que esto genera un estrés adicional, porque implica llegar atrasado y hacer el esfuerzo de ponerse al día”, finaliza la profesional.