Salud mental impacta en la deserción universitaria

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El problema de la salud mental impacta en la deserción universitaria. Así lo revela un sondeo realizado por La Tercera que muestra que al menos 7.000 estudiantes han congelado sus estudios o se han retirado definitivamente.

A mediados de 2020, con la crisis sanitarias y el impacto en la economía, una de las áreas afectadas fue la educación superior.

De esta manera, la deserción universitaria se tradujo en alumnos retirándose o congelando sus estudios, esgrimiendo principalmente motivos económicos.

Esta es la radiografía sobre cómo la salud mental impacta en la deserción universitaria.

Deserción universitaria en 2022

Hoy, con la pandemia más contenida, la situación todavía no se revierte.

Uno de los hallazgos de la medición es el impacto que la salud mental ha comenzado a ser un factor determinante, incluso más que lo económico, para renunciar o postergar los estudios.

Por ejemplo, en la Universidad de Santiago (Usach) este año han recibido 855 solicitudes de suspensión de estudios.

A ello se suman 427 renuncias, totalizando 1.282 casos, lo que representa un 5,3% de la matrícula total.

En el caso de esta institución, el principal motivo de solicitud es por salud mental o causales psicológicas, con un 21,5%, aunque asciende al 27,3% si se suman otras razones de salud.

Al factor le sigue el retracto vocacional, con el 19,3%.

La tasa de deserción en pregrado antes del estallido social, fue del 3,97%, bajando 0,14 respecto del segundo semestre de 2018, detalla la Dirección de Pregrado de la Vicerrectoría Académica.

No obstante, durante el segundo semestre de 2019 aumenta la deserción en 0,55, finalizando aquel año en un 4,52%, precisan.

Desde la Usach señalan que hoy, finalizado el primer semestre, “se observa dentro de los últimos últimos nueve semestres un histórico de tasa promedio de deserción del 4,6%”.

Fenómeno transversal

En la Universidad de O’Higgins (UOH), en tanto, la situación es parecida.

Llevan 225 solicitudes, las que corresponden a un 4,46% de la matrícula.

Dentro de estas postergaciones, el 24,8% son por motivos de salud y el 22%, por motivos académicos.

En tanto, un 18,6% se vincula a temas vocacionales, el 15,11% por motivos familiares y el 11,11% por razones socioeconómicas.

Además, hay 79estudiantes que renunciaron (1,57% de la matrícula), siendo los tres principales motivos los vocacionales, académicos y socioeconómicos.

Por su parte, en la Universidad Academia de Humanismo Cristiano, a julio registraba 62 estudiantes que habían congelado sus estudios.

En su mayoría por motivos económicos. Le siguen un problema amplificado por la pandemia: la salud mental que impacta en la deserción universitaria.

En la Universidad del Bío Bío señalan que hasta fines de julio la cifra asciende a 541 estudiantes considerando renuncia definitiva (101).

Asimismo, los estudiantes que analizaban su suspensión de estudios (111) y retiro temporal (329).

En estos tres casos, los motivos principales son socioeconómicos, con el 29,3% del total, luego vocacionales (22,7%), y académicos y de salud siguen con 19,5%.

En la Universidad Católica las suspensiones y anulaciones el primer semestre de 2022 alcanzaron un 1,7 % de la matrícula (425 estudiantes).

Aquí, aseguran, las principales razones fueron problemas de tipo vocacional, de salud, económicos y familiares.

¿Y la Universidad de Chile?

Un ejemplo: el cohorte 2021 (ingresan ese año y desertan en 2022) desertó en un 9,4%, más alto que los 7,66% del chorte 2020, pero más bajo que los 11,44% del cohorte 2019.

“Quienes están pasando por dificultades importantes de salud mental más bien postergan sus estudios y en ese caso, son acompañados”, explica Leonor Armanet, directora del Departamento de Pregrado.

Mientras, en la Universidad de Los Lagos, 448 estudiantes pausaron o desertaron sus estudios este año.

Esto es un 4,7% de los 9.491 matriculados en sus cuatro sedes. Siendo los ‘motivos personales’ los más comunes (36%), seguidos de salud (28%).

Alzas y bajas

Desde la Universidad de La Frontera informan que son 106 los estudiantes que postergaron sus estudios.

Otros 101 estudiantes renunciaron a sus carreras y 253 se retiraron temporalmente de los estudios, totalizando 460.

Eso sí, no tienen los motivos de estas deserciones.

Pero sí la comparativa con años anteriores y los retiros o pausas han crecido: si en 2019 fueron 390 salidas voluntarias, en 2022 la llegaron a las 460.

Este fenómeno también afecta a la Universidad Finis Terrae (UFT).

Al término del primer semestre de 2022 hubo 136 retiros y 338 suspensiones de estudios.

Esto representa una disminución de un 19% y un incremento de un 58%, respectivamente, en comparación con igual período del año pasado.

En tanto, desde la Universidad de los Andes señalan que los alumnos retirados y/o suspendidos corresponden al 2% del total de los 8.681 estudiantes vigentes; es decir, 173.

Las principales razones, agregan, corresponden a motivos personales, vocacionales y de cambio de universidad.

En la Universidad de Concepción, hasta fines de julio un 3,21% de sus casi 24 mil alumnos habían pedido suspensión de estudios y un 0,94% había renunciado a su carrera.

Estos valores, señalan desde la UdeC, son muy similares al comportamiento histórico de la institución.

“Dentro de las principales razones para la toma de estas decisiones se encuentran los motivos de salud, situaciones laborales y aspectos relacionados con la vocación profesional”, asegura Carolyn Fernández, directora de Docencia.

En la Universidad Católica de Valparaíso ocurre que los retiros totales ascienden al 4,6% de los 16.947 que componen la matrícula.

Claudia Mejías, vicerrectora académica, ahonda que este porcentaje es algo que ya habían visto anteriormente.

Desde la Universidad Católica de la Santísima Concepción aseguran que no han tenido variaciones “significativas” en relación al año pasado.

Se tienen 375 renuncias con cambio de institución y vocacionales como motivos principales, y se suman 517 suspensiones, con salud y fuerza mayor socioeconómica como argumento.

Zona centro y norte

Otra Católica, la del Norte, tienen una matrícula de 10.340 alumnos de pregrado distribuidos entre Antofagasta y Coquimbo.

Actualmente registra 204 renuncias, 109 retiros temporales y 257 anulaciones de periodos académicos.

En tanto, la Universidad Técnica Federico Santa María comentan que los retiros temporales han aumentado en un 20,2% respecto del primer semestre del año anterior. Sus cifras son preliminares.

Sin embargo, los retiros definitivos han disminuido un 9,1% respecto de igual período en 2021.

Desde la Subsecretaría de Educación Superior analizan que el sistema educacional chileno todavía está viviendo las consecuencias de la pandemia, “entre ellas, el deterioro de la salud mental”.

Es por eso, dicen, “que uno de los principales esfuerzos del Mineduc este año ha sido entregar orientaciones para mejorar las condiciones en que se realizan los procesos educativos”.

Fuente: La Tercera